Triana

Encuentra en la iglesia de Santa Ana su “Catedral” adonde miran las bellas advocaciones del barrio, la Esperanza, la Estrella, la O, el Cachorro.

El popular barrio de Triana, la otra orilla del Guadalquivir, tiene personalidad propia frente a la margen sevillana. Históricamente abierta al río, Rodrigo de Triana fue el primero en divisar el Nuevo Mundo, y junto al convento de los Remedios desembarcó Juan Sebastián Elcano de la primera vuelta al mundo en 1519. Patria de primorosos alfareros, en el siglo III, Santa Justa y Rufina fueron las trianeras que ofrecieron su vida en martirio para ser las primeras santas sevillanas. Triana tópica, donde conviven gitanos y payos, de corrales de vecinos, de velás de agosto, del toreo de Belmonte, encuentra en la iglesia de Santa Ana su “Catedral” adonde miran las bellas advocaciones del barrio, la Esperanza, la Estrella, la O, el Cachorro.